Kinki Boys tienen un nuevo plan para volver a empezar y cruzar los límites de la realidad con adrenalina punk

Kinki Boys son un poderoso trío de rock and roll que, con apenas un par de años en el candelero, ya han grabado todo un álbum memorable en el que el punk, con sus matices furiosos, abrasivos y oscuros, emerge con toda su calidad, fiereza, y determinación poética. El disco, de título homónimo, ha sido editado por los sellos Sweet Grooves y Pipus records más la Kinki Factory. Contiene una docena de canciones consistentes, repletas de ideas originales con elevada carga social y existencial, e interpretadas con una actitud salvaje propia de una experiencia indudable. No en vano dos de sus componentes, Vila a la batería más voz y Tony Pick a la guitarra y coros, han pasado por algunas de las bandas más importantes de nuestra escena en las últimas décadas, sin por ello desmerecer la enorme aportación que realiza su bajista y cantante Marga Alday, con menor trayectoria pero no por ello menos intensa. Juntos han sido capaces de redimensionar el punk rock hacia derroteros tenebrosos y punzantes, según se tercie, mediante un tremendo criterio y una actitud encomiable. De este modo, han logrado  expresar de forma imperturbable un proyecto propio que te permitirá, parafraseando algunas de canciones, cruzar los límites de la realidad para volver a empezar con un nuevo plan, es decir “volver a jugar, aprender de los errores y hacerlo un poco mejor”.     

Trayectoria

Kinki Boys. Foto de su facebook

Kinki Boys se forman en Bilbao en 2018 con el baterista y cantante Jordi Vila (Commando 9mm, Trogloditas, Corazones Negros, Punk Guerrilla, La Broma de Satán, Romeo 13…), el guitarrista Tony Pick (Trogloditas, Mosquito Pick, La Broma de Satán, Commando 9mm…) y la bajista y cantante Marga Alday (Moonshakers, The Colmados, Los Bonzos…).  Tras algunos ensayos, en mayo de ese año graban una maqueta en Rock Palace con los temas: “Voy a Morir” y “Amor Paranormal”.  El 14 de agosto se estrenan en directo y a finales de noviembre entran en el estudio Silver recordings de Martín Cápsula en Bilbao donde se graba, mezcla y masteriza este disco editado por Sweet Grooves records, Pipus records y la Kinki Factory.  Todos los temas fueron compuestos por Kinki Boys excepto «Dímelo Tú» compuesto entre Vila y El Goma.

Kinki Boys

En marzo de 2019 sacaron 200 copias de un single de tres canciones con una versión del tema “Veo Gente” cantada por Vila y Txarly Usher  más  dos temas inéditos: “No me amenaces”y “Nunca sabrás” que termina con un pequeño homenaje a los Chunguitos. En estos momentos están trabajando en temas nuevos que incorporan a sus directos con alguna que otra versión de sus bandas favoritas, como Commando 9mm, Obligaciones o Parálisis Permanente. 

Las canciones 

Kinki Boys

El disco empieza con “El Poblao” y sus cánticos tribales. Canción de poderosa percusión, bajo penetrante y riffs de guitarra más voces con las que “quemaremos la conciencia, los fracasos, las creencias y el dolor… fumaremos los recuerdos más hermosos…y nos daremos de cabeza con un muro, nos pondremos hasta perder la razón”.  Continúa con “Perdida o Muerta”, otro descomunal tratado de punk rock descarnado con  “oigo tu voz, tu cuerpo junto al mío…se abre el portón y de sopetón…toco tu cuerpo frío, no puedo creer que sea verdad, ayer estábamos vivos y ahora solo sigo vivo yo…”. Mediante una combinación melódica y rítmica excelente, con cambios de intensidades y crescendos que te aturdirán, logran anonadarnos con su facilidad espeluznante dando forma impecable a canciones impactantes de principio a fin. Le sigue  “Amor Paranormal”  con entrada vigorosa  de batería y recursos de guitarra más bajo propios del mejor post punk tenebroso, conformando un ruido espectral que te despertará los sentidos. Marga nos canta “por los pasillos de mi casa le oigo caminar, espero inquieta que me vuelva a visitar. Mi amor paranormal mora en la oscuridad…Es mi sueño hecho realidad. Ya está aquí, duerme junto a mí”. 

Prosigue con “Angustia” con su entrada triunfante y oscura de bajo más tambores a los  que se añade la espectral guitarra más la voz hablándonos de “tatuajes que ocultan heridas abiertas, alma errante que busca la salida de emergencia… te sientes culpable, la bestia no descansa” descargando toda su intensidad en el estribillo en el que nos cuentan “la angustia es tu eterna compañera, condenado a no poder vivir sin ella”.  El siguiente corte se titula “Voy a Morir” y destaca por su tempo ágil  con suculento riff de guitarra más precisa aportación de bajo y voz alocada para definir un tema de persecución de las normas establecidas: “deciden lo que es mejor para mí, experimentan con mi dolor, hace tiempo que he perdido el control, quiero gritar no reconozco mi voz…ya no veo nada, no siento ni entiendo nada”.  Acaba la cara A con “Armas De Destrucción” y otro impactante preludio de bajo más aportaciones corrosivas de guitarra entre ritmos muy bien marcados para culminar esta fiera crítica social: “con las consignas bien aprendidas, hemos puesto las señales, nuestras historias infalibles, gritad bien alto a la de dos…no contestar, no dudar, siempre decimos la pura verdad”  

Kinki Boys. Foto de su facebook

La cara B arranca con “9:8” (la fuerza de atracción de las masas hacia el centro de la Tierra) y su trenzado tenebroso de guitarra. “Es el momento, saldré por la puerta de atrás, ladridos de perro anuncian tempestad, adrenalina, humos, ruido y soledad”. Belleza melódica inquietante para una lírica lisérgica que nos invita a no vivir la realidad, “los sueños que soñaba ya no los quiero soñar… pasó el efecto del Prozac abandono mi cuerpo, no lo quiero más, a la gravedad”. Le sucede “Dímelo Tú” con la que recuperan su vertiente más desaforada con un recorrido de punk pop vigoroso sincerándose con originales letras de desamor: “dime tú que eres tan lista, quiero saber por qué sigues a mi lado, sabes que estás con el tipo equivocado, tu frialdad no me pone demasiado. Sé que soy un pesimista, quiero enloquecer, ponerme todo el día, empezar en serio a beber…autodestrucción es mi único objetivo”.

Kinki Boys. Foto: José Antonio Molina

Llegamos al corte “Vete” con sus brillantes momentos guitarreros de rock and roll movidos con ritmos de batería muy bien compenetrados con excelentes recursos de bajo. Aquí nos recuerdan: “no hay nada que te ate a ningún lugar … tu país son tus zapatos hechos para volar… vete, cruza los límites de la realidad…piérdete…sobran motivos para despegar”.  Van cerrando con “Veo Gente”, con impactante rítmica empujando riffs poderosos de guitarra con la ayuda de ese bajo incontestable. Juntos perfilan otro tema de elevada carga ecosocial: “Veo gente condenada a vivir sin vivir, envenenada en un mundo en confusión…cuántas idioteces en nombre de cualquier dios. No pienses más, no lo entenderás. Gente iluminada que forma parte del error. He pecado tantas veces, no quiero el perdón. El universo está perdido al borde de la extinción…”.  Otra exhibición sumamente cautivadora de cómo plantear temas explosivos que encuentran su punto culminante en su estribillo con una facilidad pasmosa tanto vocal como instrumental.  El penúltimo tema se titula “Si Algún Día” y aquí se vuelcan en una carrera perfecta de punk pop en la que nos confiesan que “si algún día te escribo una canción, no será una balada ni una canción de amor. Por cómo eres, yo soy como soy, acordes siniestros, mi mente de rock and roll…ensayos eternos hasta la madrugada, tu al bajo yo a la guitarra… tantas mañanas tirados en el salón, flipando con los discos de tu colección, contigo conocí a los grandes del rock…con la mirada puesta en la próxima generación”.     

Kinki Boys. Foto de su facebook

Acaba el álbum con “Tengo Un Plan” y ese riff tan punk 77 que evoluciona hacia un tema muy original, consistente, brillante, en el que nos aclaran que “ no existe la perfección, tengo un nuevo plan para volver a empezar, quiero volver a jugar…el futuro es ahora, el pasado ya pasó, solo tengo una cara, el presente una ilusión…aprender de mis errores, y hacerlo un poco mejor… Las normas son para romperse, ya nada es como lo ves, el mundo al revés”.

  

La perfección no existe pero me interesa muchísimo más el camino que recorren hacia ella bandas tan sensacionales como ésta.  

Reflexión final

Kinkl Boys

Un disco como éste de los Kinki Boys solo se me antoja posible en manos de músicos tan entregados y predispuestos como los que integran este poderoso trío. Sus protagonistas son artífices de una propuesta de rock and roll que obedece a una indudable experiencia previa pero que también es consecuente a una capacidad no menos necesaria de reinventarse sin mirar al pasado sino convencidos de que el futuro es ahora.  Solo así, emergen  canciones tan sumamente conmovedoras como las suyas. Al oírlas, te transmiten una fuerza impactante mediante melodías y ritmos que penetran hasta lo más hondo del alma pero que también te zarandean con propósitos no solo hedonistas sino también existenciales y sociales. Desde las letras cuidadas y, a la par, descarnadas, hasta la exposición instrumental como vocal,  todo, absolutamente todo, emerge con un poder de perdurar. Un estadio creativo e interpretativo al que las bandas llegan en contadas ocasiones y siempre como resultado de una complicidad inquebrantable. Su música tiene todo lo mejor del punk y del post punk, resulta canalla como gusta decirse, incluso incendiaria, y por encima de todo, sincera y honesta. Aquí no se cuentan historias irrelevantes ni prescindibles. Es la jodida vida la que supura en cada una de las grandiosas canciones de este álbum, con sus complicaciones, sus dudas, sus luchas, sus…todo, incluidos esos sueños irreales y perturbadores. Como bien mencionan en uno de los temas, la perfección no existe pero me interesa muchísimo más el camino que recorren hacia ella bandas tan sensacionales como ésta.      

Nota: Puedes escuchar los temas en el bandcamp de Sweet Grooves records y adquirir una copia. 

Te invitamos a visionar y escuchar el videoclip de su trema «Amor paranormal» grabado por Jaime Massieu en los estudios Averal en agosto de 2019.

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