The Lizards, un antídoto altamente creativo y enérgico contra la “Fake reality”, que rompe con el convencionalismo  

Bajo cualquier parámetro y perspectiva, ya sea de presente como de futuro, The Lizards son un auténtico antídoto contra la maldita “Fake Reality”, precisamente el título de su cuarto y último álbum hasta el momento. Un disco que han presentado, y siguen haciéndolo, con atronador éxito por múltiples escenarios, desde Helsinki y Tampere (Finlandia) a Amposta (Montsià), pasando por Francia, Madrid, Guadalajara, Logroño, Tarragona, Lleida, Barcelona más Badalona, entre muchas otras ciudades. Editado en 2022 por los franceses Adrenalin Fix Music, y Love Me Like A Reptile Records, fue ideado y grabado durante el confinamiento. Contiene 13 demoledoras canciones con un estilo propio, cargadas de energía, con letras impactantes, más una conjunción rítmica y melódica ciertamente memorable. Sin necesidad de referencia alguna, este poderoso trío, sin parangón alguno, son la prueba fehaciente de que en este país se siguen creando trabajos discográficos fascinantes y ofreciendo conciertos memorables que mantienen vivo lo que algunos se empeñan en dar por equívocamente muerto: un rock salvaje, concienciado, divertido y original, que rompe con el convencionalismo. Una actitud vital e imaginativa de la que estas Lizards son unas inmejorables adalides.  

Trayectoria

The Lizards. Foto: Nicolás de los Santos

The Lizards son Carla Santacreu (voz, guitarra), más Judith Jordan (bajo) y Edgar Beltri (batería). Formadas en Barcelona y Badalona en 2007 procedentes de bandas como Voodoo Rockets, Candy Ass, Travis Bickle, The Slags…. Tienen editados tres discos anteriores que son “Stalking the Prey” (Kaiowas records 2010) grabado por María Sánchez al bajo y Mary Katherine a la batería; “Road To Anywhere” (Adrelanin Fix Music 2015) grabado con María Sánchez al bajo y Jordi Contreras a la batería; y “Inside Your Head” (Adrenalin Fix, Beast records, Frog Manchu, Love Me Like a Reptile Records 2019) ya con Judith al bajo y Edgar a la batería.  En 2022 tambiñen aprotaron una versión del  «Bad Reputation» de Joan Jett, grabada y mezclada por Edgar Beltri, para el recopilatorio «Joan Jett & The Runaways Portrait – Fucking Covers With Love», editado por La Feria Internacional del Disco y en el que participan otras bandas con presencia destacada de mujeres artistas.

Este disco fue grabado, producido y mezclado por Edgar Beltri, masterizaod por Mario Patiño, en La Atlántida Estudio. Contaron con la colaboración en “The Freakshow” de la voz de Josh Kaufman. Carla Santacreu es la autora de la letra y música más del artwork.

Las canciones

The Lizards. Foto: Natalio Blanco

El disco se abre con “Fake Reality”, de la que puedes ver un sensacional videoclip de Jordi Castells y Aitor Garay, una incisiva crítica a los programas “reality” basura. El tema pone de manifiesto, ya desde un primer momento, la soberbia conjunción de la sección rítmica de bajo y batería con la guitarra y voz para dar vida a un corte potente, penetrante, con riffs abrasivos, ideales para musicalizar esa provocada persecución que podemos ver en las imágenes y que sugieren el acoso que sufrimos de la absurda “falsa realidad”. Dicen: “aquí estamos, en una sociedad decadente, nunca seremos lo mismo, estamos parados en el borde de la miseria humana”. Prosigue con “Dead City”, en referencia a las ciudades que mueren sin proyectos al margen de modas, cantando cosas como “estoy lista, vamos a quemar la ciudad, sabes cuánto lo necesito, no hay ningún plan, la escena se está cayendo, demasiados clubes para bailar, tan de moda, tan llenos y vacíos”.   Enérgico R&B con tintes punks que no renuncia a la fuerza del hard rock. Insistentes estribillos, una melodía que atrapa bien cantada y arropada por guitarra, más un ritmo frenético de bajo y batería, con apoyo de teclado.  

The Lizards. Foto: Alejandro Iborra

Le sucede “Red Light”  en la que “estamos conduciendo por una carretera secundaria y de repente una luz roja, nos asustamos, Miramos hacia otro lado y ya no está”. Otro resolutivo corte de secuencias agresivas que generan la inquietud precisa para atraparnos de principio y fin en esta historia de serie B, explicada con voz entregada, auxiliada por coros, más pases instrumentales a dos guitarras que engrandecen el contenido. A continuación oímos “The Freakshow” ente “hombres de dos cabezas, niños de cuatro patas, señoras con barbas largas. Obtenga la mayor expectativa, a nadie le importa la humillación, ¿Estás listo?, bienvenido al show…porque yo soy el bicho raro, este es mi cuerpo…”. En este caso, tras una entrada circense, golpean con otra sucesión de riffs y aportaciones certeras de batería dando cobertura a la impactante voz solista que eclosiona con crescendos apabullantes.  El siguiente corte es “On The Way”  donde manifiestan la necesidad de sentir emociones, “ hasta los huesos” sin la tensión y “escapar del pantano en el que me hundo, “saber a dónde ir para no caer en el agujero”. Tremenda canción construida con los elementos precisos, en este caso cercanos al powerpop más furioso, sin olvidar la pasión  del hard rock. Otra melodía de ensueño complementada por una contundente sección rítmica. Acaba la cara con “Back To You”  en la que nos cuentan que “puedo ver el mal en tus ojos, sentir que no tienes nada bueno dentro, esas historias llenas de mentiras que esparces. Puedo ver que tu sangre es como el hielo” pero todo tiene  un precio. Recorrido arrollador de guitara, bajo y batería más voz con una fuerza punk inusitada.  

Carla Santacreu. Foto: Nicolás de los Santos

La B arranca con “I Don’t Care” ante la necesidad de no saturarse, “no me importa nada ni nadie, no quiero cruzar la línea ni esconderme detrás  cuando todo se convierte en una herida. No permitas que te haga sangrar, depende de ti  el superarlo”. Tema tras tema, The Lizards nos sorprenden con otros tantos riffs salvajes de guitarra complementados con imparable batería, perseverante bajo más persuasiva voz. Bien podría tratarse de algún de los mejores temas de tus grupos de cabecera, pero es original y con una creatividad propia indiscutible mediante  breves pero precisos movimientos solistas de guitarra.  Sigue con “Insomnia” relatando ese momento en soledad “cuando el silencio grita en la mente cuando la ciudad duerme y se enciende la noche”. Entrada marcada de batería más guitarra y bajo, dan paso a la estremecedora voz dialogando con la eléctrica, entre líneas sonoras que ponen los pelos de punta. Llegamos a “Dorothy Levitt”, tributo a la famosa mujer piloto británica de automovilismo (n. 1882 – d. 1922) , pionera de la emancipación femenina, y en varias áreas socio-deportivas, además de  escritora, periodista y activista. De ella nos cuentan, “luchas contra todos ellos, para romper con todas las convenciones, no perteneces a nadie, nacida para correr”. No hay canción en este disco que no te atrape, por su provocativa sencillez y por su explosiva pasión. Creaciones musicales y poéticas admirables en las que oyes cabalgar a la bajista, retumbar al baterista, y aguijonear a la guitarrista mientras que con la voz lo da absolutamente todo.

The Lizards. Foto: Nicolás de los Santos

Van cerrando con “We Are Done”  genial corte festivo de puño en alto  en el “puedes romper mi corazón, olvidaré ese dolor, esta es mi vida y solo hay una, estos son los sentimientos que me hacen fuerte, no quiero perder mi tiempo contigo,  y no lloraré cuando te hayas ido”. Preciosa canción de melodía contagiosa y ritmo impecable.  Con la relampagueante “Round The Bend” “ha llegado la hora de irse, todo lo que quiero es desaparecer, me iré muy lejos, tal vez nunca debí quedarme, nunca me volverás a ver”.  Mediante un riff de hard rock, el crepitar de la guitarra, los golpes de efecto de bajo y batería, la voz principal vuelve a explicarnos otra pequeña gran historia de superación personal. El penúltimo corte es “Hit The Volume”. Llega el momento de “subir el volumen al máximo, dejar las penas atrás, sin pensar en el mañana, nada más importa”. Y eso es lo que precisamente harías si no fuera porque el equipo de casa ya no te da más margen. Este es un disco que pide volumen, pero que también precisa de una atenta escucha de sus letras y una no menos justificada admiración ante la entrega y la habilidad de sus responsables dando vida a cortes impecables, alocados y excelentemente interpretados como este.  Acaba el disco con “When People Talk” donde piden: “tengo que saberlo, cuéntame más al respecto, si tengo que irme, cuando la gente habla, tiran la bomba.  Corren la voz cuando el daño ya está hecho”.  Fantástica crítica a la facilidad con la que los rumores corren y acaban por destrozar vidas de los demás, sin fundamentos. La última de las andanadas de este sensacional álbum, intachable y convincente en cualquier de sus aspectos. Un trabajo que, si bien recuerda por momentos a grupos de referencia, esos detalles no dejan de ser, por evidentes, más que prescindibles ante la no menos relevante e incuestionable circunstancia de que tienen no solo valor personal sino también imaginación artística para aportar un lenguaje propio realmente soberbio.   

En esta sociedad decadente, este power trio es un plan perfecto para sentir emociones al margen de mentiras y rumores

Reflexión final:

The Lizards. Foto: Nicolás de los Santos

Durante estos dos últimos años, The Lizards  han desplegado su impactante puesta a punto por una setentena de escenarios dentro y fuera de nuestras fronteras, convenciendo y entusiasmando a partes iguales a un amplio espectro de público sensible ante las canciones bien hechas con todo lo  mejor de punk y el hard rock. Obviemos ya el manido “demasiado esto para lo otro” entre estilos, porque lo único que resulta desmesurado aquí es la enorme creatividad y entrega de este poderoso trío para los cenizos y anquilosados de siempre. The Lizards son una banda que no necesitaría reivindicarse por todo lo que aportan, que es mucho, a la escena actual y de todos los tiempos. Su propuesta se nos antoja única, un auténtico revulsivo contra la negatividad, las mentiras, y la mediocridad reinante. Hasta el momento  nos han ofrecido cuatro discos increíbles y ya están trabajando en nuevas demos que esperemos  vean pronto la luz mediante otro álbum que perpetúa un proyecto tan cautivador como el suyo. Por lo que respecta a sus demoledores directos, quedan para este 2024 aún algunas fechas importantes, en Barcelona, Valencia y en el Resurrección fest  que, si puedes, no deberías perderte. Parafraseando algunas de las letras de sus canciones,  en una sociedad decadente como la nuestra, este power trio nos propone un plan perfecto para sentir emociones al margen de mentiras y rumores.

Nota: Puedes escuchar las canciones en el bandcamp.   El día 24 de abril de 2024 actúan en la Upload de Barcelona con Kate Clover, el 30 de abril en el Marián fest, en el 16 Toneladas de Valencia, y a finales de junio en el Resurrection fest de Viveiro (Galicia).

Videoclip del temas de The Lizards, «Fake reality» dirigido por Jordi Castells y Aitor Garay.

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