“Vibrations, yours and mine” de Johnny Casino, desde las raíces americanas con un toque íntimo muy cercano

Cuenta Johnny Casino que ¨he estado tocando muchos conciertos en solitario por toda España y en Europa, así que tuve la idea de grabar un montón de canciones de una manera más íntima. Entré al Estudio Tigruss en Els Poblets con nada más que una guitarra y un puñado de ideas en la cabeza, me senté frente al micrófono y comencé a cantar y tocar casi exactamente como hago cuando toco solo. 3 o 4 horas después, había grabado una docena de canciones en directo”. Y sigue explicándonos que aunque sonaban bien, decidió agregar más guitarras, bajo, algo de percusión y finalmente le pidió a su amigo Hendrik Röver que tocara la guitarra pedal steel.  Con semejante despliegue corría el riesgo de perder esa  intimidad, cruda y básica en vivo, pero el resultado no pudo ser más fascinante: un puñado de temas estremecedores,  cuatro de propios y el  resto,  versiones de varias épocas tratadas con enorme criterio añadiendo detalles de country y folk. Unas y otras, son canciones que activan la sensibilidad del oyente con una emoción increíble acrecentando  la fuerza creativa e interpretativa de este gran músico capaz de ir de lo recóndito a lo apoteósico con una facilidad pasmosa haciéndote partícipe de su talento, de su imaginación y de sus pasiones. Es por ello que el disco lleva por título “Vibrations, yours and mine”, canciones que ya desde la primera escucha se tornan también nuestras y nos conectan estrechamente con su autor. El álbum ha sido editado en vinilo por los suecos Beluga Records más los alicantinos La Vila Nova Recordings y en Cd por los australianos Golden Robot Records.  

Trayectoria

Johnny Casino. Foto: Héctor Álvarez

Johnny Casino, de nombre real John A. Spittless, comenzó su trayectoria profesional en Sídney en el año 1991 formando parte de los Asteroid B-612, destacada formación australiana del llamado  high-energy aussie.  En los últimos años, se trasladó a vivir a Filadelfia y forma Johnny Casino’s Easy Action con músicos estadounidenses con los que grabó tres discos: “ Twice As Good As You” (1999), “We’ve Forgotten More Than You’ll Ever Know” (2005) y “I Paid For Affection Not The House Of Correction” (2006). El cantante  era Howard Saunders, más conocido como el Cosmic Commander.

Johnny Casino. Foto: Gerard Froumentin

En 2004 creó con John McKeering (The Onyas, Cosmic Psychos) y Lindsay McLennan (The Meanies) los Egos. Grabaron “Fast Swimming”  (2004). De nuevo instalado en 2007 en Australia emprende varios proyectos entre los que destaca Johnny Casino And The Secrets.  Con esta formación saca “New Clothes Old Shoes” (2007) y “I Am Who I Am, Not Who You Want Me To Be” (2009).

También formó parte de The Lord Street Sound (2011) con los que grabaría “Behind The Dumb” y de los The Downtown 3 (2012) que con Carrie Phillis grabaron el EP “Spend It With You”. En España actuó acompañado por el guitarrista Aitor Ochoa (Soul Gestapo), el bajista Julián Marco (Los Perros) y el baterista Isidro Rubio (Wau y los Arrrghs!!!). En agosto de 2012, y bajo el nombre de Johnny Casino y Los Secretos realizaron una gira por Australia y grabaron el álbum “Live At The Hanging Tree” más el sencillo “Ahora es el Momento” en los estudios Tigruss de Gandía . Johnny fijó su residencia en  Denia (España) donde compagina la música con la profesión de tatuador. Con Folc records ha editado un recopilatorio más “Time and Time Again” (2017) y “Trade Winds” (2018).

Este disco que ahora nos presenta fue grabado por Pepe Tigruss en el  Estudio Tigruss en Els Poblets (Alicante). Producido por  Canito ,Johnny Casino y Pepe quien lo masterizó con el australiano Loki Lockwood. Johhny canta y toca la guitarra, el bajo, percusión y ruidos. Hendrik Röver se encarga del pedal steel, guitarra barítono, y slide guitar. La pintura de la portada es de Howard Saunders. La foto de la contraportada, de Juxe Areta Goñi y las fotos de la funda interior, de Johhny.

Las canciones

El disco se abre con “I hear you calling” de Bill Fay incluido en su disco de 1971 “Time Of The Last Persecution”. Conoció la canción por Warwick Brown de los australianos Sunset Strip y propietario de Greville Records.  El sentido tema de Fay se redimensiona  en manos de Casino y Rover de forma estremecedora. Juntos consiguen enriquecer la melodía con detalles americanos de un country folk introspectivo de enorme belleza.  Continúa con “Postcards”, tema propio en el que nos habla de los recuerdos y pensamientos que corren por su mente  en días y noches solitarias, buscando “tu cara sonriéndome” en esta ciudad.  Un tema  magistral dulce y sereno con sensacional voz conjuntada con la guitarra acústica y la pedal steel, más efectos de trombón. Mediante una melodía que pone los pelos de punta, el corte te envuelve con una emoción desbordante.  

Johnny Casino

Sigue con “Cerca pero tan lejos”, un tema instrumental de enorme prestancia  en el que la pedal steel, la guitarra y la sección rítmica, más algún efecto de metales,  hacen  gala de una gran compenetración consiguiendo articular una canción sensual a base de fraseos sencillos que desprenden una pasión a raudales.  El título responde a la sensación de estar tan cerca pero a la vez tan lejos de una  amiga, Sue Telfer, quien acababa de fallecer cuando estaba trabajando en este tema en el estudio. 

Se cierra la cara con “Dropping like flies”, tema de 1987 de los New Christs, Jim Dickson y Rob Younger.  La canción le impresionó en su juventud.  Cuando salió en Ep, esperó ansioso que abriera la tienda de discos a primera hora de la mañana del día de su lanzamiento. Como aún no había llegado, le dijeron que volviera más tarde. Lo hizo y desde entonces ha adquirido varias copias en colores diferentes.  La descarga eléctrica del original se convierte, en manos de Casino, en una creación íntima y reflexiva, repleta de matices penetrantes que consiguen engrandecer el corte de forma  muy original mediante una entrega no menos remarcable.  No faltan momentos solistas memorables a cargo de la guitarra, más la ya indispensable pedal steel y por supuesto  la gran voz de Johnny.

La cara B empieza con “I scare myself”  de Dan Hicks  que interpretó acompañado por His Hot Licks e incluida en su “ Original Recordings” (1969). El tema lo conoció por Michael Wilhelm, con quien grabó y tocó la guitarra en muchos conciertos por la costa este de los Estados Unidos.  Michael y Dan Hicks  coincidieron en The Charlatans. A Johnny y Hendrik les acompañan en este tema:  Félix Sesmero (percusión), y a los coros Mayra Bercianos Cermeño, Carlos Marcos y Cris Suárez.  Aquí mantiene con extraordinaria armonía vocal e instrumental los toques aflamencados del original con aportaciones perfectas de percusión, pedal steel, trenzado de acústica, solo demoledor de eléctrica, voz y coros.  

Le sucede “Trouble Weighs A Ton” de Dan Auerback y James Quine, incluido en el disco de Dan “Keep It Hid” (2009). Johnny oyó el álbum de los Black Keys “Brothers”  (2010) una noche complicada y pese a todo, le gustó.  Una amiga le aconsejó oír el mencionado trabajo en solitario de Dan y ahí estaba esta canción que le encantó.  Aunque pueda parecer imposible, porque el original es absolutamente perfecto, Johnny logra darle una vuelta generosa, sensual, imaginativa que lo entronca con sus propios temas. Un resultado  genial en el que participa activamente Rover y se dibujan magníficas líneas de guitarra.             

Johnny Casino

El siguiente corte se titula “Hit The Ground Running” y fue compuesta  por nuestro protagonista al final de una relación.  Se  grabó por primera vez en Melbourne con The Secrets y aparece en su álbum “Time and time again” (Folc 2017). Un tema dramático que refleja cómo se sentía en ese momento con versos como “nuestra oportunidad de volar se perdió en la brisa…así que empecé a correr”. Musicalmente es un compendio de fraseos de guitarras y pedal steel arropando a la voz para conformar una atmósfera densa que se despliega con un encanto posesivo no exento de rabia contenida.  

El penúltimo tema es “Sundown” de Gordon Lighfoot incluida en su disco de 1974 del mismo título.  Una canción de la que recuerda cómo la cantaba su padre mientras la oía en la radio del coche. Siempre se preguntó cuál era la “habitación  donde haces lo que no confiesas”. El tema habla de una relación amorosa problemática con posibles infidelidades de por medio.  Años más tarde la oiría versionada por Claw Hammer en 1990. Aquí se produce el efecto inverso. Una canción que en el original suena limpia, con un devaneo folk sugerente, en manos de Johnny adquiere una fuerza hiriente a base de riffs abrasivos y recursos mordaces de blues punk con los que reinventa el corte dando vida a una magistral adaptación.   

Johnny Casino

Acaba el disco con “Wichita Lineman”, compuesta por Jimmy Webb y cantada por Glen Campbell en 1968. Dice Johnny que “hay momentos en los que creo que ésta es la mejor canción jamás escrita” con versos tan potentes como ¨Y te necesito más de lo que te quiero, y te quiero para siempre¨ .  Por otra parte le recuerda cuando pasaba las navidades en casa de su abuela en Forbes, Nueva Gales del Sur mientras observaba por encima de la cerca desde el patio trasero  las vías del tren y el vasto campo árido.  Preciosa canción de country folk de la que Casino y Rover  saben extraer toda su esencia intimista aportando líneas argumentales de guitarra y pedal steel  que ayudan a encumbrar los valores de la composición sin necesidad de recurrir a los arreglos de cuerda que envolvían a Campbell.    

En el Cd también puedes oír más canciones como  “Ghost Ships”, cover del tema de Chris Bailey de los Saints. Recuerda  que, con 14 años, la oyó por primera vez  cuando fue un «éxito» en Australia en 1984 pero no volvió a llamar su atención hasta 1997. Entonces estaba viviendo en Richmond, Victoria con unos amigos, Mick y Richie. Por esa época  Mad Macca (John McKeering) de The Onya y Cosmic Psychos aparecía por casa y solía tocarla con la guitarra acústica. La canción adquirió un nuevo significado para él.  En este caso consigue recrearla con presencia destacada de pedal steel manteniendo el tono introspectivo en todo momento con los arreglos precisos para enfatizar el valor melódico y sin renunciar al crescendo que eleva el corte hasta lo inimaginable.  Además se incluye el tema propio  “Tears in a Town she calls home”  con unas cuantas preguntas existenciales viajando en un tren por España en el que se siente solo entre la gente recorriendo un largo camino con los ojos cerrados.  Para acabar, concentra todo su talento y su imaginación para regalarnos esta maravilla de canción tan sentida y cautivadora que, algún día, no sería para nada extraño oírla en algún recopilatorio con lo mejor del country actual. Riqueza melódica y pasión inconmensurable, cantada magistralmente con genial solo de guitarra incluido y sensacionales aportaciones de pedal steel con final grandioso.   

Reflexión final

Johnny Casino

De las once canciones que conforman el nuevo trabajo de Johnny Casino, en vinilo y Cd, cuatro son excelentes creaciones propias que se me antojan memorables. El  resto son adaptaciones no menos  imaginativas y en absoluto previsibles que,  sin lugar a dudas, están más cerca ya del repertorio de este sensacional músico que de sus intérpretes previos.  Los arreglos propuestos, la instrumentación y las aportaciones vocales  recrean los elementos  originales con suma destreza y una no menos remarcable imaginación.  El resultado son creaciones en las que se intuye, sin remilgos, una implicación descomunal por parte de su intérprete auxiliado,  de forma no menos magistral,  por Hendrik Röver con una exquisita ejecución a la pedal steel  más un importante trabajo de sonido y otros acompañantes puntuales.  El nuevo disco de Casino es un paso enorme en la carrera de este músico australiano afincado en Denia. Hasta el momento, todos y cada uno de sus proyectos han sido fascinantes y sus respectivos discos tan convincentes como enriquecedores, de principio a fin, pero con estas “Vibrations, yours and mine”  se nos muestra tan cercano que consigue llegarnos  al corazón con una sensibilidad que estremece. Este trabajo genera una empatía entre autor y oyente absolutamente necesaria y mucho más ahora, en estos tiempos que corren en los  que no hace falta pasar por una pandemia para darse cuenta de que si no nos cuidamos entre todos, esto, lo que sea, las vibraciones por ejemplo, se acabarán más bien pronto que tarde.  Johnny pone mucho de su parte y estoy convencido de que tú, querido o querida lectora, no vas a ser menos.              

Nota: Puedes oír y adquirir el disco en el bandcamp de Johnny Casino o en el de Beluga Records donde también podrás adquirir alguna de las pocas copias que quedan.  

Deja un comentario